Ya sabéis que somos unos apasionados de la cultura en todas sus vertientes; por ello estamos seguros de que sabéis que nos encanta la música. La música es quizá, de las siete bellas artes, la que más profundo puede emocionarnos, la que toca los resortes de nuestra sensibilidad de forma más primaria. ¡La música es maravillosa!
Pero para llegar a ese grado de amor incondicional, es necesario aprender a apreciarla y a entenderla. ¿Cómo lo conseguimos? Al igual que nos empeñamos en trasladar el mensaje del arte y de la historia de forma didáctica, sencilla y lúdica, la música debe ser explicada con idénticos resortes, «traducirla» a todos los niveles de público.
Doodle dedicado a Clara Schumann en su aniversario. ¡Qué gran músico!
Esta tarea viene siendo desempeñada de una forma increíble desde hace años por una institución, la Fundación Juan March, que a través de conciertos didácticos para escolares y familias consigue acercar a autores clásicos de todos los estilos. Os recomendamos la asistencia con vuestros hijos o alumnos a los conciertos que organizan, los niños saldrán sorprendidos e irán apreciando, poco a poco, los valores musicales.
No obstante, recordad que escuchar un poco de Mozart, Brahms o Bach todas las semanas en casa es la clave para que los más pequeños se familiaricen con la música con mayúsculas.
¡No me la quito de la cabeza!